El reloj de pulsera es uno de los elementos que no pueden faltar en la vestimenta tanto de un hombre o como de una mujer. Aunque no son de carácter obligatorio, siempre se encargan de dar un toque de estilo a nuestra muñeca. Además, en acompañamiento de otras piezas de bisutería, como brazaletes u anillos, forman un aspecto armonioso.
Antes de su creación, el elemento que fue anterior a este diseño se trataba del reloj de bolsillo que constaba de una pequeña cadena para su uso. Tiene sus orígenes en las funciones que realizaba un piloto de avión, donde la importancia de este venía dada para la realización de cálculos.
Con el pasar de los años, este accesorio fue perfeccionando sus estilos hasta llegar a la manera en que lo usamos en nuestra muñeca. En tiempos pasados, su uso era más relacionado con las mujeres debido a la delicadeza en el material con que eran confeccionados. Por este motivo los hombres eran más propensos a utilizar los de bolsillo.
En la actualidad, con la implementación de nuevos materiales en las técnicas de confección de estos accesorios, encontramos una gran cantidad de opciones. Inclusive, con el avance de la tecnología, encontramos reloj de pulsera digital como una alternativa innovadora.
Aunque no existan reglas que establezcan el uso determinado de cualquier reloj, si encontramos varias costumbres a lo largo de los años. Dentro de la más común, está que esta pieza se utiliza exclusivamente en la mano izquierda, que es la opción que las personas más apropian.
Sin embargo, no se trata de una cuestión netamente obligatoria, debido a que cada persona tiene la capacidad de decidir la ubicación de su reloj de pulsera. Lo que sí se recomienda habitualmente, es que se coloque en la mano que no sea dominante, para efectos prácticos.
Otro de los consejos, que en realidad es uno de lo más básicos, es la proporción del tamaño de la pieza en relación a la muñeca de la persona. Usar un accesorio que esté demasiado ajustado puede ocasionar problemas en la circulación. Por otro lado, que quede abundante puede afectar en la manera cómo vemos la hora.
En definitiva, debe existir cierto balance a la hora de elegir tu reloj de pulsera, siempre teniendo en cuenta el estilo que posea.